14 de noviembre de 2017

Las buscadoras de setas, de Neil Gaiman

LAS BUSCADORAS DE SETAS

La ciencia, como sabes, chiquitín, es el estudio
de la naturaleza y el comportamiento del universo.
Se basa en la observación, en la experimentación y en la medición,
y en la formulación de alguna ley que describa lo descubierto.

Antiguamente, dicen, los hombres nacían con cerebros
diseñados para poder perseguir a las bestias,
para saltar a ciegas hacia lo desconocido
y lograr luego hallar el camino de regreso
cargando entre todos con un antílope muerto.
O con nada, si no se daba bien el día de caza.

Las mujeres, que no necesitaban ir tras las presas,
contaban con un cerebro capaz de reconocer hitos y de trazar caminos
partiendo desde el espino y a través del pedregal
para pararse a observar bajo el tronco de algún árbol caído,
porque a veces acertaban ahí a encontrar algunas setas.

Antes del hacha de pedernal, o las herramientas de pedernal del matarife,
la primera herramienta de todas fue un portabebés
para poder tener las manos libres
y para tener algo donde meter las bayas y las setas,
las raíces y las hojas buenas, las semillas y las orugas.
Luego un mortero de pedernal para aplastar, machacar, moler o romper.

Y a veces los hombres perseguían a las bestias
hasta el interior de los oscuros bosques
y nunca regresaban.

Algunas setas te matarán,
mientras que otras te mostrarán a los dioses
y algunas nos saciarán los estómagos vacíos. Identificar.
Otras nos matarán si las comemos crudas,
y nos volverán a matar si las cocinamos una vez,
pero si las hervimos en agua de manantial, y tiramos el agua,
y luego las hervimos otra vez, y tiramos el agua,
entonces, solo entonces, podremos comerlas sin problema. Observar.

Observa los partos, mide la hinchazón de los vientres, la forma de los pechos,
y con la experiencia descubre cómo traer sin peligro a los bebés al mundo.

Obsérvalo todo.

Y las buscadoras de setas hacen camino por donde caminan
y estudian el mundo, y observan lo que miran.
Y algunas de ellas tienen éxito y se relamen,
mientras que otras se agarran la tripa y fallecen.
Así que se hacen leyes y se dicta así lo que es seguro. Formula.

Las herramientas que hacemos para construir nuestras vidas:
la ropa, la comida, el camino a casa...
todas estas cosas se basan en la observación,
en la experimentación, en la medición, en la verdad.

Y la ciencia, recuerdas, es el estudio
de la naturaleza y el comportamiento del universo,
se basa en la observación, en la experimentación y en la medición,
y en la formulación de alguna ley que describa lo descubierto.

La carrera continúa. Una de las primeras científicas
dibuja unas bestias sobre la pared de una cueva
para mostrar a sus hijos, todos bien repletos de setas
y de bayas, qué animales pueden cazarse sin peligro.

Los hombres siguen corriendo tras las bestias.

Las científicas caminan más despacio, sobre la cima de una colina
y hasta el borde del agua y más allá de donde la arcilla roja es abundante.
Transportan a sus hijos en los portabebés que construyeron,
las manos libres para poder coger las setas.

(Neil Gaiman, original y más aquí)
(Traducción de Andrés Catalán)




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