22 de enero de 2014

Un poema de 'Ahora solo bebo té'


LE DÉJEUNER EN FOURRURE

Por la misma operación con que se añade
—aprendiendo a ser centro— al paisaje, la cosa
cría piel —su consecuencia—; piel con pelo,
piel en donde la mirada va dejando
de resbalar: la semilla, la baya verdiazul
de la pupila se encadena, se aferra
al cálido pelaje,
a la —ya no lisura— suavidad. Y así,
mientras esperas que el recuerdo atenúe,
te entretenga los círculos, no hay trato:
Venus in furs, el deleite —strike,
dear mistress
— deviene
en un deleite de amazona, en gracia
cuyo eco es un eco de voz grave, en líquido
donde exigua la sed aguarda el arrecife.


(Ahora solo bebo té, Pre-textos, 2014)

Méret Oppenheim, Le déjeuner en fourrure, 1936

11 de enero de 2014

Amiri Baraka escribe como quien desayuna


"Amiri Baraka escribe como quien desayuna / Amiri Baraka saluda como quien tiene un orgasmo / Amiri Baraka escribió un prefacio para una nota suicida en veinte volúmenes / Amiri Baraka lloró en el entierro de Martin / Amiri Baraka fue amigo de Malcom / Amiri Baraka tiene nueve hijas y un hijo en la cárcel" dice Juan Carlos Mestre en un poema de La casa roja. Amiri Baraka moría anteayer, 9 de enero de 2014 en Newark, donde había nacido.

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Aquí, una traducción apresurada de uno de sus poemas.

POEMA POLÍTICO
(para Basil)

El lujo, entonces, es una forma de
continuar ignorantes, cómodamente
Una aproximación al mercado abierto
de la mínima información. Donde las teorías
pueden prosperar, bajo pesadas lonas,
sin que las quiebren las ideas.

(No he visto la tierra desde hace años
y pienso ahora que posiblemente "barro" es
negativo, positivo, pero indudablemente
social. No puedo plantar una semilla, no puedo
identificar la raíz con una mella más nítida
que la indiferencia. Aunque me alimento
y cago como un hombre natural ( Me levanto
del escritorio para capturar un sándwich de pavo
y contestar el teléfono: el poema deshecho
deshecho por culpa de mi rango, por mi rango,
y las malas nuevas de Newark). Alzados
hasta la culata, buscamos para saciarnos en este
desmoronado siglo. La oscuridad del amor,
en cuya sudorosa memoria todo error es forzado.

Deshecho por la lógica de cualquier muerte concreta. (Viejos caballeros
que aún perseguís los fuegos, aunque más silenciosos
y menos puntuales. Es una verdad educada
lo que nos queda. ¿Quiénes sois? ¿Qué andáis
diciendo? Algo de lo que encargarse, sencillamente.
El juego nocivo de la razón, que dice "No, No,
imposible sentir", como mi profesor muerto
del que lloran los gitanos su suicidio repentino. 


(Amiri Baraka, Transbluesency, 1961-199)

(Traducción, A. Catalán)
(Original, aquí)


10 de enero de 2014

Un poema de Muriel Rukeyser


INTENTO DE DISCURSO ENTRE DOS PERSONAS

:   Háblame.   Dame la mano. ¿Qué eres ahora?
    Te lo contaré todo.   No ocultaré nada.
    Cuando tenía tres años, un niñito leyó un cuento sobre un conejo
    que moría, en el cuento, y yo me arrastré bajo una silla   :
    un conejo rosa   :   era mi cumpleaños, y un cirio
    me hizo una llaga en el dedo, y me ordenaron ser feliz.

:   Oh, aprende a conocerme.   No soy feliz.   Te seré franca:
    En este momento pienso en velas blancas frente a un cielo como música,
    como alegres cuernos que suenan, y en pájaros que vuelan, y un brazo que me rodea.
    Hubo uno al que amé, que deseaba vivir, navegando.

:   Háblame.   Dame la mano.   ¿Qué eres ahora?
    Cuando tenía nueve años, era afeminadamente sensiblero,
    voluble   :   y mi tía viuda tocaba Chopin,
    y yo inclinaba la cabeza hacia las molduras pintadas, y lloraba.
    Ahora quiero estar cerca de ti.   Enlazaría
    los minutos de mis días estrechamente, de alguna manera, a tus días.

:   No soy feliz.   Te seré franca.
    Me gustaban las lámparas en las esquinas del anochecer, y los poemas serenos.
    En mi vida ha existido el miedo.   A veces le doy vueltas
    a esa tragedia que fue su vida realmente.

:   Dame la mano.   Primero mi mente en tu mano.   ¿Qué eres ahora?
    Cuando tenía catorce años, soñaba con el suicidio,
    y me subí a una ventana alta, al caer el sol, con la esperanza puesta en la muerte   :
    si la luz no hubiera fundido las nubes y las llanuras convirtiéndolas en belleza,
    si la luz no hubiera transformado aquel día, habría saltado.
    Soy infeliz.   Estoy solo.   Háblame.

:   Te seré franca.   Creo que él jamás me amó:
    amaba las playas luminosas, los pequeños bordes de espuma
    que surcan las pequeñas olas, amaba los giros de las gaviotas:
    me dijo con voz alegre: te amo.   Aprende a conocerme.

:   ¿Qué eres ahora?   Si pudiéramos acariciarnos el uno al otro,
    si nuestras separadas entidades pudieran abarcarse,
    apretarse como un rompecabezas chino... ayer
    estuve en una calle abarrotada de gente,
    y nadie pronunció una palabra, y la mañana brillaba.
    Todo el mundo en silencio, moviéndose... Dame la mano. Háblame.

(Muriel Rukeyser, Selected Poems, ed. Adrienne Rich, Library of America, 2004)

(Traducción, A. Catalán)
(El original, aquí)


7 de enero de 2014

Ahora solo bebo té


I smile, of course, 
And go on drinking tea. 

T. S. Eliot 

Hablo solo, bebo té. 
Tomo notas para hacer 
de mi vida sin ti algo habitable. 

Nacho Vegas 

Solo hay círculos concéntricos 
alrededor de unas ausencias. 

Roberto Juarroz 

Más info, aquí.