15 de abril de 2014

Dos poemas del premio Pulitzer 2014


NÚMERO IMAGINARIO

La montaña que queda tras la destrucción del universo
ni es grande ni es pequeña.
Grande y pequeño son

categorías comparativas, ¿y con qué
podría la montaña que queda tras la destrucción del universo
compararse?

La percepción observa y se calma.
El alma se abre paso entre los pedregales.
El alma,

como la raíz cuadrada de -1,
es una imposibilidad que tiene sus usos.


SUPERVIVIENTE

Te reprochamos que sobrevivieras.
Gente mejor que tú está muerta,
pero tú sigues fichando cada día.
Tu cuerpo se ha agostado pero no ha derramado

su esencia sobre el suelo mortífero
o fallecido en cuidados intensivos
o desaparecido al salir del colegio
o saltado del alfeizar en desesperación.

De todos aquellos con los que comenzaste,
solo tú sigues por aquí;
solo tú no has engrosado la lista
de los derrotados y los ahogados.

¿Así que cómo ibas a ganarte nuestro respeto?—
tú, que tuviste el sentido común de agacharte,
tú, con toda tu fuerza prácticamente intacta
y toda tu buena suerte.

(Vijay Seshadri)
(Traducción, Andrés Catalán)
(Originales, aquí y aquí)



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