EMPIEZA A LLOVER
Mi amigo,
uno de los cuatro jinetes del apocalipsis,
es capaz de
divisar a los otros, "poniéndonos en peligro".
Nos
dirigimos al Seven Stars a beber algo.
Los
parroquianos se desparraman con la noche,
en la acera florecen
las camisas blancas.
Luego los
teléfonos, todo sonrisas, y los desastres
desaparecen,
y ambos dejamos de llevar la cuenta,
y yo escucho,
y empieza a llover, y nos devuelve
a la habitación cargada y ruidosa, húmeda de cerveza,
donde los
abogados debaten las conclusiones
del día y él
aún podría aparecer, creemos.
(Saskia Hamilton, Corridor, Graywolf Press, 2014)
(Traducción de A. Catalán, el original aquí)
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