INTENTO DE DISCURSO ENTRE DOS PERSONAS
: Háblame. Dame la mano. ¿Qué eres ahora?
Te lo contaré todo. No ocultaré nada.
Cuando tenía tres años, un niñito leyó un cuento sobre un conejo
que moría, en el cuento, y yo me arrastré bajo una silla :
un conejo rosa : era mi cumpleaños, y un cirio
me hizo una llaga en el dedo, y me ordenaron ser feliz.
: Oh, aprende a conocerme. No soy feliz. Te seré franca:
En este momento pienso en velas blancas frente a un cielo como música,
como alegres cuernos que suenan, y en pájaros que vuelan, y un brazo que me rodea.
Hubo uno al que amé, que deseaba vivir, navegando.
: Háblame. Dame la mano. ¿Qué eres ahora?
Cuando tenía nueve años, era afeminadamente sensiblero,
voluble : y mi tía viuda tocaba Chopin,
y yo inclinaba la cabeza hacia las molduras pintadas, y lloraba.
Ahora quiero estar cerca de ti. Enlazaría
los minutos de mis días estrechamente, de alguna manera, a tus días.
: No soy feliz. Te seré franca.
Me gustaban las lámparas en las esquinas del anochecer, y los poemas serenos.
En mi vida ha existido el miedo. A veces le doy vueltas
a esa tragedia que fue su vida realmente.
: Dame la mano. Primero mi mente en tu mano. ¿Qué eres ahora?
Cuando tenía catorce años, soñaba con el suicidio,
y me subí a una ventana alta, al caer el sol, con la esperanza puesta en la muerte :
si la luz no hubiera fundido las nubes y las llanuras convirtiéndolas en belleza,
si la luz no hubiera transformado aquel día, habría saltado.
Soy infeliz. Estoy solo. Háblame.
: Te seré franca. Creo que él jamás me amó:
amaba las playas luminosas, los pequeños bordes de espuma
que surcan las pequeñas olas, amaba los giros de las gaviotas:
me dijo con voz alegre: te amo. Aprende a conocerme.
: ¿Qué eres ahora? Si pudiéramos acariciarnos el uno al otro,
si nuestras separadas entidades pudieran abarcarse,
apretarse como un rompecabezas chino... ayer
estuve en una calle abarrotada de gente,
y nadie pronunció una palabra, y la mañana brillaba.
Todo el mundo en silencio, moviéndose... Dame la mano. Háblame.
(Muriel Rukeyser,
Selected Poems, ed. Adrienne Rich, Library of America, 2004)
(Traducción, A. Catalán)