31 de agosto de 2025

'Y la muerte no tendrá señorío', de Dylan Thomas

 

Y la muerte no tendrá señorío.

Los cadáveres desnudos serán uno

con el hombre del viento y la luna del oeste;

cuando estén roídos sus huesos y sean polvo sus huesos,

tendrán las estrellas a mano y a sus pies;

aunque enloquezcan suya será la cordura,

aunque se hundan en los mares volverán a emerger;

aunque los amantes se pierdan no se perderá el amor;

y la muerte no tendrá señorío.

 

Y la muerte no tendrá señorío.

Quienes bajo las ondulaciones del mar

yacen desde hace tiempo no morirán en vano;

retorcidos en el potro cuando ceda el tendón,

amarrados a una rueda, nunca se romperán;

en sus manos la fe podrá partirse en dos,

y el mal del unicornio los atravesará;

separados los miembros no se quebrarán;

y la muerte no tendrá señorío.

 

Y la muerte no tendrá señorío.

Las gaviotas en sus oídos no gritarán ya más,

ni las olas romperán con estruendo en la costa;

donde brotó una flor no volverá una flor

a elevar su corola al flagelo de la lluvia;

aunque enloquezcan y yazcan bajo tierra,

de los cráneos florecerán las malvas;

domarán el sol hasta que el sol se rinda,

y la muerte no tendrá señorío.

 

(Trad. de Andrés Catalán)

 

 


 

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