EL CANTO DE LA SIRENA
Esta es la única canción que todos
querrían aprender: la canción
irresistible:
la canción que obliga a los hombres
a saltar por la borda en escuadrones
incluso viendo los cráneos en la arena
la canción que nadie conoce
porque cualquiera que la ha oído
está muerto, y los otros no pueden recordarla.
¿Debería contarte el secreto
y si lo hago, me ayudarás
a quitarme este disfraz de pájaro?
No disfruto nada aquí
acuclillada en esta isla
luciendo muy mítica y pintoresca
con estas dos locas emplumadas,
no disfruto cantando
este terceto, funesto y valiosísimo.
Voy a contarte el secreto a ti,
a ti, solamente a ti.
Acércate. Esta canción
es una llamada de auxilio: ¡Ayúdame!
Solo tú, solamente tú serás capaz,
eres único
por fin. Desgraciadamente
es una canción muy aburrida
pero siempre funciona.
(Margaret Atwood, Selected Poems, 1965-1975)
(Traducción de Andrés Catalán)
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